Un sondeo marca una tendencia que el oficialismo no logra quebrar, mientras Scioli y Grabois salen a la cancha a la espera de la jugada de Cristina
Por Pablo Sieira
El camino a las elecciones primarias (PASO) se empezó a abrir en el Frente de Todos con la reaparición de Daniel Scioli y el lanzamiento del partido de los movimientos sociales, a la espera de las definiciones clave de Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa. Sin embargo, según una reciente encuesta no son los nombres sino el estado de ánimo del electorado frente al Gobierno lo que más complica al oficialismo.
Se trata de un sondeo realizado por Giacobbe Opinión Pública, una de las consultoras más definidamente opositoras al kirchnerismo que suele indagar más en las emociones de los consultados frente a hechos de actualidad o dirigentes políticos que en las preferencias puntuales a la hora de votar.
En su último estudio, llevado a cabo entre el 7 y el 11 de febrero sobre 2.500 casos con un cuestionario enviado a dispositivos móviles y un margen de error aproximado de 2%, señaló que casi un 60% de los consultados expresaron que quieren «que pierda» el Frente de Todos. Más allá del nivel de exactitud del dato, refuerza una tendencia que marcan diversas encuestas y que el oficialismo no logra revertir hasta ahora.
Mientras intenta resolver la pulseada entre el Presidente y la vicepresidenta, que junto al ministro de Economía serán quienes terminen de darle forma al tablero electoral, y definir si lleva uno o más candidatos a las PASO, las distintas encuestas que empiezan a publicarse muestran que más allá de la estrategia del Frente de Todos para las elecciones se impone una preferencia por un cambio de signo político.
En el cuestionario, Giacobbe preguntó a los encuestados «¿Cuál es su posición respecto del Frente de Todos?» y ofreció las opciones «quiero que gane», «quiero que pierda», «me da lo mismo» y el «no sabe no contesta».
El 59,7% eligió «quiero que pierda», mientras que solo el 23,7% expreso su deseo de que el oficialismo gane las elecciones. La opción «me da lo mismo» fue elegida por un significativo 15,8% mientras que apenas el 0,8% optó prefirió no responder.
La polarización de las opciones se decantó por el rechazo, pero la consultora también interrogó a los encuestados sobre «qué emoción le produce la situación actual de la Argentina», para elaborar una nube de palabras clave característica de sus estudios de opinión.
Allí la palabra con más menciones fue «tristeza», seguida de cerca por «bronca», «incertidumbre» y «preocupación», lo que sugiere un estado de ánimo que adverso en tiempos electorales para el Gobierno de turno, más allá de cuál sea su signo político.
En prácticamente todos los sondeos a nivel nacional -como el de Giacobbe- la sumatoria de la intención de voto de las figuras de la oposición supera a la de las posibles opciones del oficialismo y en la comparación por espacios políticos el Frente de Todos puede quedar más o menos parejo con Juntos por el Cambio, pero se ve siempre relegado al sumar todas las alternativas opositoras, con los libertarios de Javier Milei y el Frente de Izquierda.
Al oficialismo le va mejor en las encuestas focalizadas sobre la provincia de Buenos Aires. Allí suele superar con un margen de entre 3 y 5 puntos a Juntos por el Cambio. La más reciente, de Federico González y Asociados, mostró por ejemplo que con o sin Cristina Kirchner, la intención de voto de los sumada de los dirigentes del Frente de Todos supera a la de Juntos por el Cambio por alrededor de 31% contra 28%.
Sin embargo, en la misma encuesta la sumatoria de los precandidatos opositores de Juntos por el Cambio, los libertarios y el peronismo no K da 51,2% contra el 31,8% que acumulan las opciones del Frente de Todos con Cristina Kirchner incluida.
Otras encuestas de alcance nacional muestran la misma tendencia inclinada a favor de la oposición. Uno de los últimos sondeos de Zaubán Córdoba mostró al Frente de Todos con una intención de voto del 29,4%, mientras que Juntos por el Cambio (29,8%), los libertarios/liberales (16,1%) y el peronismo no kirchnerista (6,7%) sumaron 52,6%.
La más reciente encuesta de Solmoirago le dio al Frente de Todos una intención de voto del 26,6% y a Juntos por el Cambio un 29,9%. Si a ese número se le suman el de los libertarios (14,2%) y el Frente de Izquierda (2,5%) da 43,3% en contra de la alianza oficialista.
En tanto, un sondeo de CB Consultora señaló que los principales referentes del Frente de Todos cosechan una imagen positiva más alta que los dirigentes de la oposición solo en 4 provincias: Cristina Kirchner está mejor en Formosa, Santa Cruz y Santiago del Estero y Massa en Chubut, mientras que Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich son más aceptados en otros 16 distritos y Milei en 4.
Mientras el kirchnerismo espera convencer a Fernández para que desista de ser candidato a la reelección y a Cristina Kirchner de que se lance a la carrera presidencial, otros sectores de la alianza oficialista empiezan a hacer sus movimientos para instalarse de cara a las primarias.
El viernes sorprendió Scioli, quien dejó saber que quiere competir en las PASO como precandidato presidencial. Cerca suyo afirmaron a iProfesional que «está convencido» de volver a lanzarse a la carrera tras la derrota que sufrió en 2015 contra Mauricio Macri y niegan que se trate solo de un tanteo del terreno.
Casi al mismo tiempo el Movimiento Evita y Barrios de Pie, dos de las organizaciones sociales cercanas a Alberto Fernández y con lugares en el Ministerio de Desarrollo Social lanzaron el partido La Patria de los Comunes, todavía sin candidato pero en busca de tener un lugar en la pulseada a la que se encamina el oficialismo.
El también dirigente social Juan Grabois, del Movimiento de Trabajadores Excluidos lanzó su precandidatura presidencial también por adentro del Frente de Todos y con críticas a Fernández. Sin confirmación también calienta motores desde hace varios meses el ministro del Interior, Eduardo «Wado» de Pedro.
Todos, sin embargo, entienden que el panorama del oficialismo recién empezará a aclararse cuando Cristina Kirchner envíe una señal respecto de lo que hará, por ser la dirigente con más votos dentro del frente. Esa señal, la definición de Fernández confirme y también la decisión que tome Massa, que se muestra cauteloso frente al escenario electoral, están inevitablemente relacionadas y terminarán de darle forma al Frente de Todos de cara a las PASO.