El protagonista y autor de “Aire fresco”, que se vió por segunda vez en Rojas ahora en la sala del Francés, en el marco de la Semana de la Inclusión, habló con nosotros al término de la función – Claro, contundente y sin vueltas, “Puchi” Chemes nos contó como “dio vuelta el karma” en una situación personal, que lo encuentra ahora trabajando desde el arte por la inclusión – Y adelantó que ya está lista la segunda parte, “La decisión de Acordino”, donde estará Ana María Picchio
Como adelantáramos, con la organización de las direcciones municipales de Cultura y Salud Mental e Inclusión Social, fue presentada en el Cine Francés la película nacional “Aire fresco”. La película, que ha recibido aclamación tanto de la crítica especializada como por parte del público en general, fue dirigida por Andrés Cuervo y rodada en Lincoln con el apoyo vecinal. Es protagonizada por Juan Bellusci (un actor con síndrome de Down) y Raúl Chemes, quien además es el autor del guión.
“Aire Fresco” aborda la inclusión social de las personas con discapacidad a través de la historia de dos personajes. La película fomenta la igualdad de oportunidades, el acceso al trabajo, a la educación y a una vida independiente dentro de la sociedad.
Rolo (Raúl Chemes) es un taxista de pueblo que lleva una vida solitaria. Alcohólico y sin proyectos que lo saquen de su decadente estilo de vida, recibe la visita de Acordino (Juan Bellusci), su presunto hijo biológico, un joven con síndrome de Down que pondrá su rutina de cabeza. La relación entre ambos se irá afianzando al tiempo que la película nos dejará una hermosa leccion de integración, superación y vida, una verdadera bocanada de aire fresco para trocar tristeza y decepción por alegría y esperanzas.
«Aire Fresco» fue dirigida por Andrés Cuervo (director de «El retrato postergado» y varias series de televisión entre las que se encuentra «Los caminos de Qapac Ñam» con Gustavo Santaolalla), quien es oriundo de Lincoln y armó con los vecinos del lugar la experiencia de filmar y protagonizar esta hermosa historia. En efecto, con el aporte de muchos vecinos linqueños se juntó el presupuesto, se pudieron concretar las jornadas de rodaje y la edición posterior hasta lograr un producto que entretiene, enternece y emociona.
Al respecto del filme, su autor y uno de los protagonistas, Raúl Chemes, dijo que “no es sencillo dejar un mensaje tan claro sobre la merecida inclusión de los chicos, pero lo logramos. Acordino se adaptó a la perfección, y lo demás fue surgiendo paulatinamente. Es un proyecto que pude desarrollar con mucha ayuda de amigos y vecinos, y que gracias a María del Carmen Bello, hizo que llegara al INCAA”. Y agrega que “lo que viene ahora es apasionante”, dejando la expectativa abierta para la segunda parte del filme, que prácticamente ya está lista.
CHARLA DE TERRAZA
Al término de la proyección de “Aire Fresco” en el Francés, Chemes tuvo la gentileza de compartir una mesa con nosotros en la espectacular terraza del Centro Español, junto con un amigo, el profe Héctor “Peto” Martínez (N. de la R.: ¡Gracias por levantar el “muerto”, profe…!) Allí, Chemes habla con nosotros con la franqueza descarnada que lo caracteriza: “Estoy cumpliendo una tarea muy importante en mi vida que se dio vuelta a raíz de una situación muy amarga, jodidísima, que fue la pérdida de una hija de 14 años: si no aprendí ahí, no aprendí más, ese fue el punto de inflexión. Primero, porque cuando nació fue Down, y por una cuestión social y cultural, y por qué no decirlo, de una falta de maduración de mi parte, la piloteé como pude. Aunque cuando superé ese trance amargo, que no lo superás nunca, pero das igual el paso adelante para seguir, me dí cuenta por dónde tenía que encarar en mi vida”.
Chemes describe con crudeza y honestidad un momento de su vida que acaso sea común a muchos padres: “Cuando nació mi nena Down me quería morir, no sabía para dónde disparar y me sentía el más malo y perjudicado del mundo, todas esas pavadas que a uno se le pasan por la cabeza, que a veces te llegan para descarrilarte… o para acomodarte”.
“Hay una palabra muy común que es el karma; y le doy una valoración infinita. Creo que la valoración del karma aparece cuando vos cumplís con él para darlo vuelta: primero lo ves y luego lo das vuelta. De lo contrario son todas charlas de confitería, o de estupideces de snob que se tiran al voleo para que las agarre quien las agarre”, agrega, con el tono de quien sabe de lo que habla, porque lo vivió. O lo sufrió, tal vez.
Por eso, explica, “la metafísica me dio mucho, y más que como metafísica en sí, ya que su cuestión intrínseca me la pude meter adentro y trabajo con ella. Entonces me permito ver otras cosas, y no me quedó con lo que se ve cerca de la nariz. Siempre hay que mirás más porque de lo contrario creo que la cosa no camina”.
Cuando le mencionamos un momento clave de “Aire fresco”, que es cuando tiene a Acordino instalado mal que le pese en su casa, su personaje, Rolo, duda cuando tiene que compartir la bombilla del mate con su supuesto hijo: un gesto que refleja otros que seguramente realizamos conciente o inconcientemente cuando estamos con una persona con “discapacidad”.
“En la escena del mate seguramente él (Rolo) estará pensando, ¿qué hace este tipo (Acordino) molestándome, cuando soy yo el que le está negando la bombilla porque él es así. Es como que tenemos esa cosa de correr al distinto, y es una cuestión del ser humano, porque somos bichos complicados, aunque en algunas cuestiones se ha evolucionado, pero no en la generalidad”, puntualiza. Por eso, destaca, “en Lincoln, desde que fundé la institución en el año ‘84 y trabajé en toda la zona muy duro creando talleres, no sabés cómo hemos intentado revalorizar la mirada hacia la discapacidad, pero no se solucionó, lejos de eso. Pero sí se le dio su espacio, su cabida y su tiempo. Están los que nunca van a ver nada, como en todos los órdenes, pero noto mucho que en alguna medida se ha evolucionado y hay que seguir. A Rojas es la segunda vez que vengo con la película y veo que hay serios avances, porque en la primera función no estuvieron algunos, que sí estuvieron en la segunda, y en la tercera vendrá seguramente el resto”.
UN SOPLO DE AIRE FRESCO
“El elenco de la película está conformado mayormente por gente de Lincoln, salvo cuatro actores que son de afuera y son amigos míos… En realidad, todos son amigos, porque me impuse una pauta: iba a poner a todos los que no me molestaron en mi vida; los que me molestaron, afuera. Incluso hay alguien en especial que me hizo la vida imposible, y como no lo puse apareció el día de la escena final, cuando llevamos extras a aplaudir en el teatro, y lo puse en el reparto con nombre y todo, porque el problema es de él, no mío. Espero que haya aprendido. Soy teatrero, y en todas mis obras de teatro, lo que hice, lo que estoy haciendo y lo que vendrá, tengo mucha confianza en el producto porque quiero dejar algo, ya que si no dejo algo no lo logro. Eso generó confianza en la sociedad en la que vivo. Hay cosas que no me las puedo callar, y en este caso siento que la película gusta y los demás se quedaron patinando, y no se lo esperaban. De mi parte algo sí me esperaba, porque cuando terminé de escribirla, por una circunstancia equis había llegado a San Martín de los Andes, y recuerdo que me quedé en el hotel solo, y cuando lo puse en el papel me largué a llorar como un chico, porque había terminado algo y es muy difícil terminar algo en la vida, porque generalmente todo queda inconcluso. Dije ‘un momento que esto ya está’, y se terminó, no se tocaba más porque es bello, y más allá de algunos comentarios nunca se tocó. Es algo que puede pasar cuando pintás una puerta, que la terminás y queda perfecta, pero por ahí se te ocurre corregir algo y queda diferente, por eso cuando sentí que estaba acabada, listo. Por eso nunca permití que me tocaran la obra. Tampoco voy a permitir que me toquen nada en la segunda parte, donde probablemente actuará Ana María Picchio, que vio ‘Aire fresco’, y le interesó el tema”.
SE VIENE LA SEGUNDA
“La segunda película se va a llamar “La decisión de Acordino”. Acordino es el personaje, y apunta a que aprenda a decidirse en la vida. Porque el serio problema que tiene el ser humano es que no se decide. Entonces viene la frustración: no se anima, no arranca, patina, y se le fue la vida en eso. La basé en que un día viene el papá de la nena menor de mi segunda señora, me golpea la puerta y me dice que la venía a buscar para llevársela, y entre discusión y discusión terminamos mal, y eso me sirvió de inspiración. Fue la misma historia que le encantó a la Picchio, que será la actriz”.
UN TAL “PUCHI” CHEMES
“Quiero llegar a lo que soy: soy el Puchi nomás, y quiero dejar buenos ejemplos y un camino hecho para que le sirva a los demás: a unos les servirá de una manera y a otros de otra. En ese camino está completar lo que me toca en esta vida, si llego…”