La aclamada puesta de Daniel Dalmaroni, que ostenta más de treinta versiones, será representada en Rojas por una iniciativa del gobierno local, a través de su secretaría de Promoción Social, y del área de Mujer, Género y Diversidad, en adhesión a la recordación del Día Mundial de la Eliminación de la Violencia en Contra de la Mujer, con entrada libre y gratuita
Adhiriendo a la conmemoración del Día Mundial de la Eliminación de la Violencia en Contra de la Mujer, el Gobierno de Rojas, a través de su secretaría de Promoción Social, y del área local de Mujer, Género y Diversidad, propone para el próximo viernes 25, desde las 20.45, en la sala del Cine Francés, con entrada libre y gratuita, la presentación de la aclamada puesta “Cuanto te mueras del todo”, del gran Daniel Dalmaroni (posíblemente el dramatugor argentino con más representaciones de su obra). De hecho, “Cuando te mueras…” ha superado ya las treinta versiones.
Para obtener las respectivas entradas, los interesados pueden concurrir, de lunes a viernes, de 8 a 12, a la sede de Promoción Social, en calle Zapiola, o al Centro Cultural Ernesto Sábato, en 25 de Mayo y Constitución.
Daniel Dalmaroni, oriundo de La Plata, es un dramaturgo, guionista y director teatral argentino. Autor prolífico, sus obras teatrales son frecuentemente representadas en Argentina, y se han extendido a España, Francia, Uruguay y Brasil. Su trabajo participó en festivales nacionales e internacionales y ha obtenido numerosos premios.
Luego de estudiar Letras algunos años en la Universidad Nacional de La Plata, cursó estudios de actuación en la Escuela de Teatro de La Plata, de investigación teatral junto a Francisco Javier, y de dramaturgia con Ricardo Monti.
En 2003 se produce el estreno en Buenos Aires de su obra «New York» bajo la dirección de Villanueva Cosse, con un reparto integrado por Jorge Suárez, Juan Palomino, María Figueras y María José Gabín. Desde entonces, sus obras alcanzaron inmediata repercusión en el medio teatral de su país, y luego en el exterior. Ha sido traducido al inglés, al francés y al portugués.
A partir de 2007 su carrera tiene un impulso extraordinario a partir del estreno de «Maté a un tipo». La pieza, cuyo humor irreverente choca admirablemente con las formas teatrales clásicas, resulta de interés para numerosos directores y grupos teatrales de Argentina y del extranjero, llegando a tener más de 150 versiones y 4000 representaciones en todo el mundo.
Un camino similar recorren sus obras “Cuando te mueras del todo”, con más de 30 versiones; «New York», con más de 20 versiones; «Los opas», con más de 15 versiones y «Una tragedia argentina», con más de 10 versiones. Estos estrenos se produjeron en las ciudades de La Plata, Río Gallegos, San Martín de los Andes, Córdoba, Santa Fe, Rosario, Mendoza, Exaltación de la Cruz, Posadas, Paraná, Misiones, Tandil, Río Cuarto, La Rioja, Mar del Plata, Tucumán, San Juan, Formosa, Necochea, Piedra Buena, Corrientes y Salta.
En 2010, El autor pone en escena «El secuestro de Isabelita» bajo su propia dirección, donde un supuesto secuestro de Isabel Perón desemboca en una trama de personajes y situaciones desopilantes que se sobreimprimen en un trasfondo trágico. La obra, que se mantiene en cartel durante tres temporadas, marca el comienzo de una saga peronista que habrá de completar hacia 2017.
En 2016, el dramaturgo aborda la composición de su trilogia de los ´60. La obra «Gangster», «El boticario de la Guerra Fría» y «Una magnífica desolación», exaltan el paisaje cultural de su niñez, y lo proyectan simbólicamente a través de rasgos humorísticos precisos. Las historias evocan íconos culturales de esa década, y juegan con su sentido. Los dardos de la comedia apuntan a la nostalgia.
En 2017 se produce en Buenos Aires el estreno simultáneo de «La escena del crimen» (1er. Premio Municipal), «Gangster», «Mosquitas muertas», y «Vacas sagradas», esta última con dirección de Hugo Urquijo, y nominada al ACE en el rubro Autor.
Años después del éxito de «El secuestro de Isabelita», Dalmaroni encara otras tres obras que compondrían su tetralogía peronista. Para 2017 completa «Estado del tiempo», «Juego de manos» y «La comunidad organizada». En este corpus de piezas, según la apreciación de Lorenzo Pepe, Dalmaroni ejerce un peronismo lúcido. Es decir, a pesar de su innegable compromiso, el autor es capaz de poner incómodo a un lector demasiado literal. Las cuatro obras están reunidas en el tomo «Perón Vive» editado por Ciccus.
En 2018 el autor estrena, bajo su dirección, su texto «Un instante sin Dios». Protagonizado por Arturo Bonín y Nelson Rueda, este texto supone una variación en su estrategia autoral, ya que suspende el ejercicio inmanente del humor negro, para abrir paso a otro género de fatalidad.
Como guionista, el autor desarrolló la novela Amanda O junto a su autora Erika Halvorsen. El producto fue producido por DoriMedia Group y contó con la actuación de Natalia Oreiro y Luciano Castro. Fue emitida por el canal América 2 de Argentina y numerosas emisoras del exterior. Sus obras «Una magnífica desolación» y «Un instante sin Dios», se encuentran en la plataforma Teatrix.
Por su extensa labor literaria, en 2019 el autor fue distinguido como Personalidad Destacada de la Cultura, por el Concejo Deliberante de La Plata, su ciudad natal.
Además, fue director de la “Revista Oral de Teatro de Buenos Aires”, entre 2003 y 2005, por la que pasaron personalidades del calibre de Ricardo Monti, Rafael Spregelburd, Tato Pavlovsky, Jorge Dubatti, Roberto Perinelli, Patricia Suárez, Marcelo Salvioli, o Ana Durán.
Fue miembro del Directorio de Proteatro, organismo del Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires que subsidia la actividad teatral de la ciudad. En esa línea es convocado como jurado de concursos de dramaturgia por el Teatro Nacional Cervantes, el Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires, AADET, Argentores, y el Premio Estrella de Mar.
Comprometido con la defensa del derecho de autor, en 2008 comienza su lazo con la Sociedad General de Autores de la Argentina donde coordina la “Revista Oral de Argentores”, teniendo entre sus participantes a Antonio Carrizo, Luis Cano, Luis Sáez, Juan Palomino, o Raúl Rizzo.
Luego es convocado para integrar como vocal suplente la Junta Directiva que resulta elegida en 2013. Desde entonces, y en su tercer mandato, integra el Consejo Profesional de Teatro. Actualmente es el Vicesecretario de la entidad, además de ejercer la Coordinación de Comunicación.
“ Descarnada y burlona, llena de humor cruel, la mirada de Daniel Dalmaroni nos conduce por los laberintos del parentesco, en un mundo de espejismos, donde la verdad termina siendo indescifrable y matar una costumbre cotidiana. Y lo hace con certero instinto teatral, en piezas de relojería que una vez disparadas ya no pueden detenerse. Subyugados por ese mecanismo, los lectores- espectadores no sabemos en qué puede terminar todo, pero el tic-tac sólo hace presentir la explosión final”, dijo al respecto de Dalmaroni el crítico Roberto Monti.
Por su parte, Jorge Monteleone observa que “su dramaturgia puede contemplarse o leerse con extraordinaria facilidad, y produce un efecto retardado, un efecto devastador en medio de una risa inevitable. A pesar de sus tenebrosas situaciones y de su sarcástica concepción del mundo, el teatro de Dalmaroni es extraordinariamente divertido y ameno, a tal punto que cualquier espectador o lector puede reírse con estos textos, reírse con ganas hasta preguntarse en voz baja qué habrá de gracioso en este feroz espejo oscuro de los argentinos, en estas piezas sombrías que nos hacen reír de nervios, como impuros opas rabiosos y solos”.
“CUANDO TE MUERAS DEL TODO”
Daniel Dalmaroni construye en “Cuando te mueras del todo” una comedia negra, con un humor sarcástico que desarrolla situaciones de incorrección política. Las instituciones: el matrimonio, la familia; los saberes: la ciencia; son atravesadas por el absurdo de lo intangible, la muerte y el regreso de los espíritus.
El humor sarcástico de la pieza centra las situaciones y sus personajes en el humor negro y en el absurdo de las acciones que en su desmesura nos llevan a pensar en el sin sentido de la violencia sobre los cuerpos y en una ley del deseo que niega su humanidad. Una situación judicial, aparentemente dispara el drama, pero el interrogante de cuál es el real motivo que llevó al personaje a encontrarse tras sus hechos en una situación judicial, nunca queda develado.
En un espacio escénico dividido en dos: el dormitorio y la sala, los personajes llevan adelante sus acciones marcadas por una voluntad que no pueden explicar; la puesta deja en el centro de la mirada la falta de sororidad en las mujeres que habitan el relato, sin diálogos innecesarios, sino en el discurrir de un tempo fluido, propio de la comedia de enredos; donde los personajes se mueven, entran y salen en una coreografía que nos invita a la risa por el despropósito de sus acciones.
El dramaturgo parece decirnos que hay cosas que si no apelamos al grotesco de nuestra vida, a ser capaces de reírnos de nosotros como sociedad, no podríamos abordarlas.
La decisión final de la voz en off de una radio nombrando a las víctimas de violencia de género, deja en claro la mirada del grupo sobre el tema, y cierra el trabajo para la reflexión final.