Tener una huerta en casa, cultivar nuestras propias verduras y hortalizas y llevar a la mesa los frutos de las plantas que hemos cuidado con mimo y constancia durante meses es una experiencia única e inigualable. Un pequeño lujo que, básicamente por falta de espacio, no todo el mundo se puede permitir… ¿o sí?
Por Grupo La Verdad
Hoy proponemos emprender un proyecto que podrá compartir toda la familia, que dará grandes satisfacciones y aportará alegría y color al balcón o al espacio elegido: montar tu propio huerto urbano desde cero.
¡Ya verás cuando pruebes los tomates, los calabacines o las berenjenas que salgan de él!
PRIMEROS PASOS
Lo primero que debemos hacer antes de empezar a montar nuestra huerta en casa es decidir qué espacio le asignaremos. Esto es sumamente importante, ya que determinará en gran medida el éxito o el fracaso de nuestro proyecto. Para ello debes tener en cuenta algunas consideraciones:
-Debe ser un lugar soleado, que cuente con luz natural el máximo de horas posibles al día (no hace falta que sea luz directa, pero sí que reciba la cantidad suficiente para alimentar las plantas que crezcan en él).
-Tienes que contar con una toma de agua cercana. Aunque esto no es del todo imprescindible, te ahorrará tiempo y esfuerzos a la hora de regar.
-Es importante que el suelo cuente con un buen sistema de drenaje y que canalice el agua sobrante hacia un desagüe o salida de agua. Si instalas tu huerta en una galería o un espacio interior (ojo, recuerda: debe contar con la suficiente luz natural), puedes compensar la ausencia de desagües instalando bandejas que recojan el agua de riego sobrante.
-Ten en cuenta que el espacio que ocupará el huerto se ensuciará con facilidad (trasplantes, podas, riegos…). Toma las medidas que creas oportunas para que esto no represente un problema añadido (puedes delimitar el espacio colindante con tiestos u otros elementos decorativos y así te ahorrarás muchos quebraderos de cabeza en el futuro).
CÓMO MONTAR EL HUERTO
Primero, deberás elegir el material que más te convenga para construir el soporte o las macetas. Escoge el que más te satisfaga o el que tengas más a mano.
La recomendación es no comprar nada que no sea estrictamente imprescindible: la vida crece incluso en los rincones más impensables si encuentra las condiciones necesarias para hacerlo. Puedes dar nuevos usos a casi cualquier objeto que tengas por casa sin utilizar o medio abandonado.
En función del espacio del que dispongas, puedes montar dos tipos de huerto:
*Horizontal: con macetas colocadas una al lado de otra, como si se tratara de plantas ornamentales o flores.
*Vertical: en distintos pisos. Esta modalidad de huerto, además de ahorrar espacio, te permitirá trabajar con mayor comodidad.
CON MATERIALES RECICLADOS
-Cajoneras y armarios viejos, rotos o en desuso también pueden servir de plataforma para construir un huerto urbano vertical. Si son de madera, recuerda forrar los cajones con bolsas de plástico antes de introducir la tierra, y procura guardar distancia entre ellos para que penetre la luz.
-Puedes construir macetas con garrafas y botellas de plástico vacías.
-Puedes usar pequeñas cajas de madera, de las que se usan para transportar fruta y que normalmente se tiran tras usarlas una sola vez. En tu frutería habitual te podrán dar las que necesites totalmente gratis. Estas cajas son perfectas para montar un huerto en casa: las podrás mover cómodamente, colocarlas unas encima de otras o disponerlas como te más te convenga montando módulos y separando las distintas especies de plantas.
-Si tienes espacio suficiente, puedes usar palés de madera, de los que se usan para el transporte y que se tiran cuando están rotos o magullados. Los palets ofrecen las medidas ideales para que crezcan todo tipo de plantas en su interior.
-Si tienes algún farolillo de Ikea por casa al que te apetezca darle un nuevo uso, sirven como soportes perfectos para plantar.
Hecho esto, solo tendrás que rellenar de tierra las macetas, los cajones o las cajas que hayas elegido y plantar tus semillas, esquejes o brotes a placer. Y recuerda que en nuestra guía, completamente gratuita, Cómo hacer un huerto urbano encontrarás muchísima información sobre este y otros asuntos relacionados que pueden serte de interés para montar tu huerto en casa.
ELEGIR TIERRA Y SEMILLAS
La tierra que más le conviene a un huerto urbano es la que encuentras en cualquier campo labrado. Si tiene un alto contenido de arena o arcilla, lo mejor es mezclarla con sustrato para plantas, que es el típico que encontramos en cualquier floristería o tienda especializada en bricolaje.
Pequeño apunte: el compost obtenido con el reciclaje de materia orgánica es perfecto para ello (y completamente gratis, si lo haces en casa). Aporta los nutrientes necesarios para que las plantas crezcan sanas y vigorosas, y además te da la opción de reciclar los residuos orgánicos generados en tu hogar. Puedes instalar un pequeño cajón supletorio para hacer vermicompostaje.
-Elige plantas de temporada: ahorrarás recursos (agua, luz…) y contribuirás a mejorar la salud de tu huerto.
-Combina distintos tipos de plantas: aromáticas, flores… junto a hortalizas y verduras. Algunas de ellas son repelentes naturales de plagas y hongos que perjudican a tu huerto.
-Crea tus propios planteles: puedes usar hueveras vacías para hacer crecer tus semillas con algo de papel húmedo o tierra esponjosa, y trasplantarlas luego a su lugar definitivo.
PRINCIPALES VENTAJAS
Tener un huerto en casa va mucho más allá de la satisfacción personal que pueda generarte. Sus contribuciones son de diverso tipo, entre las que podemos mencionar:
Fomenta el consumo responsable, pues evitamos acudir a las grandes plataformas, supermercados, locales o tiendas en los que abundan productos elaborados sin ningún tipo de medidas cuidadosas con el medioambiente. Lo que cultives en tu huerto será para tu consumo.
Entendemos mejor los ciclos y dinámicas naturales a las que muchas veces dado nuestro agitado estilo de vida, no le prestamos la atención que se merecen. Comprender la naturaleza es comprendernos a nosotros mismos y a las especies que nos rodean.
Nos proporcionan alimentos sanos, nutritivos y ecológicos, pues no necesitan el uso de productos químicos o fertilizantes para su conservación o producción. Todo lo que cultives en tu huerto será natural.
Reduce los niveles de estrés y ansiedad propios de muchas de nuestras grandes ciudades. Es una forma de reconectar con la naturaleza y de invertir el tiempo de forma saludable.