OMAR ALMADA, JEFE DE BOMBEROS DE CARABELAS

“139 años después de la creación de los BBVV, seguimos con la misma misión”

El veterano responsable del cuerpo activo carabelense habló en el marco del Día Nacional del Bombero Voluntario, conmemorado este viernes 2 de junio – “Estamos en la permanente búsqueda de que el bombero sea cada día más profesional”, aseguró Almada en El Nuevo en Radio

 

“139 años después de la creación de los Bomberos en el país, seguimos con la misma misión de aquel entonces, protegiendo la vida de las personas sin pedir nada a cambio, con el espíritu de estar siempre, de anteponerse y sobreponerse a distintas situaciones que nos toca afrontar, siempre salvaguardando la vida y los bienes de las personas. En estos tiempos que corren Bomberos ha crecido muchísimo, se ha expandido la tarea de los cuerpos y existe un gran abanico en cuanto al desempeño, pero en sí el fin es el mismo de la primera hora”.

Así lo evaluó el jefe del cuerpo activo de los Bomberos Voluntarios de Carabelas, Omar Almada, al pedírsele esta semana, en El Nuevo en Radio, una reflexión a propósito del Día Nacional del Bombero Voluntario, conmemorado justamente este viernes 2 de junio.

-¿Cuándo y por qué decidiste ser bombero voluntario?

-Vivía cerca del primer cuartel de Carabelas y cada vez que tocaba la sirena o sonaba la chicharra me desesperaba. O sea que me fui involucrando primero por curiosidad, y luego por la vocación de querer interiorizarme de qué significaba eso de ser bombero. Al día de hoy sigo acá después de 27 años, en la lucha, siempre valorando la profesión, y lo digo de esa manera porque estamos en la permanente búsqueda de que el bombero sea cada día más profesional, a través de las diferentes herramientas que va adquiriendo en cuanto a los conocimientos.

-¿Te sumaste a la Escuela de Cadetes o ingresaste como aspirante?

-Ingresé en la Escuela de Cadetes con 16 años. Después hice la etapa de aspirante, que fue de los 17 a 18 y luego comencé a prestar servicio formalmente. Recuerdo que los primeros días: me encontraba con algo totalmente novedoso, éramos un grupo de 30 y pico de chicos, algunos de los cuales continúan al día de hoy prestando servicio, y otros, por diferentes cuestiones, se tuvieron que alejar, sea por tema de estudios o porque se fueron del pueblo. Era un grupo lindo, teníamos clases dos veces por semana y nos íbamos interiorizando sobre cada tarea, y realizábamos campamentos internos en base a trabajos especializados.

-¿Cómo era el ambiente para vos, siendo tan joven?

-Con los adultos había un cierto tira y afloje porque cuando Bomberos se creó fue algo muy novedoso para el pueblo y la comisión directiva brindaba mayormente su apoyo a la formación de los cadetes. Fue hasta que nos pusimos de acuerdo en que tenía que ir todo de la mano, entendiendo todos que la comisión, la Escuela y el cuerpo teníamos que ir por un mismo rumbo. De lo contrario tanto esta como ninguna institución podrían mantenerse en el tiempo. Siempre recibimos de los bomberos que en su momento eran mayores que nosotros muy buenos consejos, nos trataban muy bien, ellos tenían en claro que nosotros seríamos el futuro, como ahora nos toca a nosotros transmitir ese concepto a los que recién están arrancando.

-Recordás tu bautismo de fuego, obviamente…

-Mi bautismo de fuego fue en un incendio de campo, en el cual, más allá que había rendido el curso de ingreso y estaba apto para salir, me faltaba la parte de la cobertura de Defensa Civil. Así que esa primera vez sonó la sirena, llegué al cuartel, en ese momento estaba de jefe Dalbessio y segundo jefe Jorge Matheu, así que ellos me tiraron un casco, un mameluco, un par de botas y arriba de la autobomba. Una vez que llegamos al lugar empezamos a trabajar, desplegamos línea y al final del trabajo, que era en una fecha de verano, se produjo mi bautismo por parte del resto de los muchachos, y me hicieron sopa… (risas)…

“No sé si es incertidumbre lo que tenía en la previa a la primera salida. Pero sí es como que estaba la intriga de saber cómo me iba a desenvolver, viniendo de la Escuela de Cadetes. Si bien tenía la mayoría de los conocimientos de lo aprendido con aspirantes, siempre está la duda, pero salió todo perfecto, y fue impresionante, porque enfrentarse por primera vez al fuego no fue nada fácil. Igualmente siempre contábamos con el cuidado de los mayores que iban a cargo del cuerpo. Hoy, esas acciones, me tocan repetirlas a mí: cuando vamos a un incendio tratamos de cuidar en todo momento la vida del bombero.

-¿Cuándo asumís como jefe del cuerpo activo?

-Me tocó asumir como jefe del cuerpo activo en el año 2018, y hace cinco años que estoy dentro de la jefatura. En tanto en el 2014 me sumé como segundo jefe, por detrás de Jorge Matheu, que en el 2018 presentó la renuncia por motivos personales, ya que Jorge consideraba que había pasado muchos años al frente de la institución.

-Hay que decir que en tu gestión pasó un poco de todo: además del servicio de rutina de un bombero voluntario, tuvieron la pandemia, en la que colaboraron muchísimo, y luego la intervención en los incendios forestales de Corrientes…

-No me canso de recordar lo que nos sucedió durante la pandemia, que fue el hecho más particular que nos tocó vivir no solo a nosotros como bomberos sino a toda la sociedad. Como acá estamos encargados del manejo de la ambulancia se había creado una incertidumbre generalizada, porque había que prepararse para cuando saliera el primer traslado. Por suerte buscamos toda la información que estaba a nuestro alcance y capacitamos al personal para que ninguno saliera contagiado, porque ya de antemano se sabía que era algo complicado. De todos modos lo supimos sobrellevar y no me canso de destacar la tarea de los chicos, porque cada vez que teníamos un servicio acudíamos la mayoría para estar lo más correctamente equipados y no correr ningún riesgo. Luego tuvimos otras situaciones muy complejas, como el caso de los incendios forestales, y el viaje que hicimos a Corrientes que fue una movida de toda la Federación Bonaerense a la cual estamos afiliados. A nivel experiencia considero que ha sido de lo más grande que nos ha tocado. Luego siempre hemos estado en cuestiones importante porque estamos siempre trabajando con cuarteles vecinos y también no tan vecinos, porque muchas veces hemos salido a colaborar en otros lugares como por ejemplo Pergamino, que no es tan lejos, pero no está dentro de nuestra Región. En este sentido considero que es una ventaja, porque al estar tan cerca de varias ciudades podemos brindar un servicio acorde a las necesidades de lo se solicita, así que estamos siempre a disposición del cuartel de Rojas, de Colón, también de Ferré. Cuando se necesita nuestra colaboración allí estamos”.

-Un punto muy interesante es cómo se ha profesionalizado y capacitado en innumerables especialidades el bombero voluntario de la actualidad…

-Bomberos está en todo, para resumirlo en una frase, porque el abanico es muy grande en cuanto a nuestra tarea, ya que arranca desde un incendio forestal, pasando por una emergencia con productos químicos o en la parte psicológica del bombero de brindar a las personas afectadas una contención en ese aspecto, además de otras cuestiones que surgen como los rescates acuáticos con buceo, materiales peligrosos, accidentes, traumas, primeros auxilios; es una rama muy amplia, por eso debemos estar capacitados y preparados para desarrollar cada tarea.

-Hay algo que me interesa remarcar, y es que el bombero voluntario es primera línea de intervención en todo siniestro. Y en más de una ocasión deben contener personas heridas o comprobar una fatalidad…

-Si, por eso se está haciendo mucho foco en estos últimos tiempos en la parte psicológica y emocional del bombero; porque somos todos seres humanos, nos podemos equivocar, y nadie está exento de que a la vuelta de un servicio o en el mismo servicio un bombero se pueda bloquear mentalmente debido a la situación que está atravesando. Por esto es que nos dan herramientas para que podamos sobrellevar ese tipo de situaciones. Cada vez que hay una situación que requiere un servicio, al primero que se convoca a es a mí por el cargo que estoy ocupando. En ese momento uno pasa de cero a cien en segundos, salís de tu casa y dejás todo, como que no importa nada de lo que te rodea, y si existen obstáculos tratás de superarlos. Se trata de una adrenalina muy particular a laque nos lleva una situación. Una vez que llegamos al cuartel, nos cambiamos y cuando estamos arriba de la autobomba comienza la etapa de relajamiento, son segundos en los que el bombero tiene un cierto descanso por la tranquilidad de saber que ya está preparado para el servicio, que es cuando vuelve a pasar una situación similar a la de la salida: allí es cuando la adrenalina surge nuevamente, y recién volvemos a sentir esa especie de tranquilidad al momento de cumplir con la tarea. Al momento que estamos yendo a un servicio, sea lo más grave que fuera, la comunicación entre nosotros es fundamental, porque uno tiene que observar cómo están los demás bomberos, más aún si es un chico al que le toca la primera salida, siempre tomando en cuenta el cuidado emocional de la persona, porque estás en tu casa muy tranquilo y en un segundo se produce el cambio. Por eso hay que ir hablándolo, y armando a la vez la estrategia de trabajo, preparando todo el campo en relación a lo que nos podemos llegar a encontrar. Por eso es muy importante cada vez que se nos convoca, que se nos brinden los datos de la manera más precisa posible. Muchas veces ha pasado que hemos salido al servicio y no encontrás el lugar o te dicen una cosa y al momento de llegar te encontrás con otra. Por eso siempre es importante que los datos sean precisos para que de esa manera el servicio se pueda prestar en la forma que corresponda, y para que nosotros en la autobomba podamos ir planeando cómo nos vamos a manejar ante cada situación a fin de que el tiempo que se pierda sea el menos posible.

Compartí esta nota